El año pasado, al empresario de la construcción Bart Versluys le robaron un reloj muy caro no una, sino dos veces. En agosto de 2022, dos delincuentes se llevaron un reloj valorado en 350.000 euros. Esto ocurrió en Albertplein, en Knokke. Sorprendentemente: unos meses antes ocurrió casi lo mismo en Ostende. Los autores ya han sido condenados por el tribunal penal.
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