Marini y esgrima: "Los adversarios más peligrosos somos nosotros mismos."

El medallista de oro mundial en florete habló de cómo nació su pasión y su aventura en el Mundial de Milán: “No me sentía con ganas por la lesión”

De nuestro corresponsal Davide Chinellato

“El niño dorado del florete” ama la ropa, la música y la actuación. Y sobre todo le encanta la esgrima, ese deporte que descubrió por casualidad cuando tenía 9 años y del que ahora es el nuevo fenómeno. Tommaso Marini, el joven de 23 años que ganó el oro mundial en florete este año en Milán, habla de sí mismo en el Festival Deportivo, con Elisa Di Francisca guiándole en la historia de su éxito deportivo y de su vida.

COPA MUNDIAL

Marini parte de nuevo del Campeonato del Mundo, de los temores de la carrera de Milán que luego terminó con el oro. “Afronté el Mundial con muchas incertidumbres debido a una lesión que afectó a toda mi última etapa: no me sentía preparado porque no había entrenado como quería. Sin embargo, me dije a mí mismo que aún tenía que darlo todo: el día de la carrera estaba al 100% de energía y en cada ataque estaba preparado para cometer el menor número de errores posible. La lesión fue un enemigo, pero también un amigo por lo que me permitió hacer”.

ESGRIMA

Marini habla de su descubrimiento de la esgrima, lo que le hizo comprender que era el entorno adecuado para él, lo que le impulsó a seguir adelante y alcanzar la medalla de oro en el Campeonato del Mundo a pesar de algunas dificultades. “Cuando se alcanzan ciertos niveles, los oponentes más peligrosos somos nosotros mismos – afirma el deportista de la Policía -. No es fácil gestionar las emociones, no tienes certezas sobre ti mismo, tus ansiedades y tus miedos. Tengo algunos oponentes con los que sé que debo tener más cuidado, pero ya no le tengo miedo a nadie. Necesito un profesor que esté de pie con el rifle apuntando mientras entreno: está funcionando”



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