Noen el caso de disputas familiares, desde separaciones hasta sucesiones sucesorias, pero también conflictos societarios, comerciales y de condominios. ¿Quién dijo que acudir a los tribunales es la única solución? Si el objetivo es llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para todos, existe una alternativa. Se llama Práctica colaborativa. Y es un método de resolución de conflictos basado en la escucha y la colaboración. Para evitar llegar a la guerra, en los tribunales.
De separaciones a disputas de condominios, la solución de la Práctica Colaborativa
Adoptar un clima de confianza y debate transparente. Cuando se trata de un conflicto importante, puede parecer un espejismo. Y, sin embargo, a veces se convierte en realidad, si la intención común es encontrar soluciones que satisfagan a todos e – incluso – preservar las relaciones.
Para evitar llegar a la guerra en los tribunales
La Práctica Colaborativa implica un trabajo de negociación en el que todos los aspectos del conflicto -legal, económico, emocional y relacional- se abordan de forma profunda y compartida. Por ejemplo, en caso de separación, puedes dar voz a todos los involucrados, incluso a aquellos que no se sientan a la mesa (en primer lugar niños) y crear soluciones compartidas. Pero también en sucesiones y divisiones hereditarias, puede ser decisivo sacar a la luz las razones del conflicto. En ocasiones son personales, influidos por factores afectivos y emocionales, además de económicos.
Se trata de un cambio radical de ritmo en la gestión de los conflictos, entendidos ya no como enfrentamientos entre adversarios sino como nudos que hay que resolver juntos.
Cómo funciona la práctica colaborativa
Como aclara AIADC, la Asociación Italiana de Profesionales Colaborativos, el enfoque principal es la “gestión de la mesa”.
«En el centro de la Práctica Colaborativa están las partes», explica Marco Sala, abogado y presidente de AIADC. «Nuestro objetivo es facilitar la consecución de un acuerdo que realmente satisfaga las necesidades, deseos e intereses de cada persona involucrada. Este enfoque evitar prevaricaciones, soluciones impuestas o apresuradas».
No sólo abogados: también se sientan a la mesa psicólogos y mediadores
A diferencia del litigio tradicional, la práctica colaborativa promueve un enfoque interdisciplinario. Los profesionales implicados son abogados, pero también facilitadores de comunicación y expertos en relaciones, y expertos financieros.
Comparado, por ejemplo, con la Mediación Familiar, en la que las partes comparecen solas, sin asistencia de abogados. En la Práctica Colaborativa, los abogados están siempre a su lado y trabajan junto a ellos, con un enfoque “no conflictivo”.
Buena fe y transparencia son las palabras claves para evitar los tribunales
En la mesa colaborativa se sientan los distintos profesionales con sus capacidades técnicas, que son diferentes, pero valores que son más bien comunes. Los principios clave de este método son buena fe, transparencia, respeto, confidencialidad y sostenibilidady fomentar la comprensión y la cooperación mutuas. Las decisiones finales son tomadas por las partes y estructuradas específicamente para ellas, dentro de los tiempos establecidos por ellas mismas, sin intervención de un Juez.
«El éxito de la Práctica Colaborativa reside en su capacidad de sacar a relucir el aspecto humano de los conflictos y atenderlo», aclara Sala. «Reconocer las emociones y construyendo confianza mutuael camino colaborativo permite conversaciones constructivas y facilita acuerdos sostenibles y duraderos.”
Un método de resolución de disputas alternativo al juicio
La práctica colaborativa responde a la necesidad cada vez más sentida de métodos de resolución de disputas alternativos al juicio (ADR, Alternative Dispute Resolution).
Para saber más, AIADC-Asociación Italiana de Profesionales Colaborativos presenta un Viaje dentro de la negociación, en tres etapas, Florencia, Venecia, Turín y un destino, Milán. Cuatro conferencias para analizar las diferentes prácticas de negociación en la gestión consensuada de conflictos. Primera cita, el 10 de noviembre en el Auditorio del Palacio de Justicia. El último en Milán, el 1 de diciembre en el Circolo Filologico Milanese. Para inscripciones: [email protected]
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