El banco central de China dio a conocer medidas para apoyar la economía después de que los datos oficiales destacaran el empeoramiento del impacto de una ola de bloqueos en la actividad del consumidor.
Las 23 medidas, que se publicaron el lunes por la noche, alentaron a las instituciones financieras a apoyar los proyectos de infraestructura del gobierno local y al sector inmobiliario en apuros del país, así como a brindar servicios financieros a las industrias afectadas por la pandemia.
La política monetaria de China se ha visto cada vez más presionada por una desaceleración de la propiedad y una pérdida más amplia de impulso económico, que se ha visto exacerbada en las últimas semanas por una serie de bloqueos que tienen como objetivo frenar el peor brote de covid-19 en el país en dos años.
Shanghái, la ciudad y el centro financiero más grande del país, impuso un confinamiento en toda la ciudad a fines de marzo y permanece cerrado en gran medida, mientras que las restricciones se han extendido desde entonces a docenas de otras ciudades.
El viernes, el Banco Popular de China recortó el coeficiente de reserva obligatoria para los bancos en 25 puntos básicos, un método para inyectar más liquidez en el sistema financiero que forma parte de un ciclo de relajación gradual. El PBoC no ha hecho ningún cambio dramático en la política.
Alicia García Herrero, economista jefe para Asia Pacífico de Natixis, el banco de inversión francés, dijo que el PBoC «ha sido bastante cauteloso» y señaló la expectativa de «que la política fiscal también podría compartir una mayor responsabilidad de apoyar el crecimiento en la coyuntura actual».
El lunes, los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas mostraron que la economía de China creció un 4,8 por ciento en el primer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, superando las expectativas y superando la tasa de crecimiento interanual del trimestre anterior.
Pero las estadísticas de marzo revelaron una contracción en las ventas minoristas por primera vez desde julio de 2020, lo que destaca el efecto del enfoque estricto de cero covid del gobierno.
Los economistas esperan que la actividad en abril empeore y varios bancos han rebajado sus proyecciones de crecimiento económico para 2022.
Standard Chartered redujo esta semana su pronóstico para el segundo trimestre del 5% al 3,5%, mientras que Barclays recortó su pronóstico para todo el año del 4,5% al 4,3%.
El gobierno ha fijado un objetivo del 5,5 por ciento, el más bajo en tres décadas.
«Si hay una medida mensual de crecimiento del PIB real interanual, creemos que lo más probable es que sea negativa en abril», señaló Ting Lu, economista jefe de China en Nomura. Pensó que podría haber «riesgos a la baja notables» en la previsión del propio banco de un crecimiento del 4,3 por ciento.
“Todavía creemos que los mercados globales subestiman la desaceleración del crecimiento de China y el estrés de la cadena de suministro, que creemos que se propagará al resto del mundo”, agregó.
Los analistas de Goldman Sachs dijeron que «siguen esperando un rápido crecimiento del crédito y políticas fiscales más expansivas para ayudar a amortiguar las presiones a la baja sobre el crecimiento de las estrictas medidas contra la pandemia». Pero sugirieron que la decisión del PBoC redujo las posibilidades de un recorte amplio de la tasa de interés y que era más probable que la relajación se produjera a través de medidas específicas.
El PBoC redujo en enero la tasa de referencia para préstamos hipotecarios por primera vez en casi dos años.