Los ataques aéreos de Israel contra la cercada Franja de Gaza han desplazado a más de 338.000 personas, según la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina.
La cifra aumentó un 30 por ciento en 24 horas, dijo la ONU en una actualización a última hora del miércoles. Dos tercios de los desplazados se refugiaban en escuelas de la UNRWA.
Israel, que controla el suministro de productos básicos al territorio controlado por Hamas, ha implementado un asedio “completo”, bloqueando todo el combustible, el gas y la electricidad.
La única central eléctrica de Gaza se quedó sin combustible alrededor del mediodía del miércoles, según la ONU. Según su operador, citado por la ONU, “las autoridades israelíes han advertido que atacarían la planta si recibiera combustible y volverían a operar”.[d]”.