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Los funcionarios de la Reserva Federal acordaron en septiembre que el banco central estadounidense debería “proceder con cuidado” en las decisiones sobre tasas de interés y reconocieron los riesgos “bilaterales” de perseguir su objetivo de inflación del 2 por ciento, según las minutas de su última reunión.
Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto se mostraron cautos en materia de política monetaria, al tiempo que reconocieron que había más trabajo por hacer para reducir la inflación al objetivo. Los funcionarios se abstuvieron de subir las tasas de interés en la reunión.
“Los participantes en general juzgaron que, con la postura de la política monetaria en territorio restrictivo, los riesgos para el logro de los objetivos del comité se habían vuelto más bilaterales. Pero como la inflación aún está muy por encima del objetivo a largo plazo del comité y el mercado laboral sigue ajustado, la mayoría de los participantes continuaron viendo riesgos al alza para la inflación”, decían las actas.
Sin embargo, los funcionarios reconocieron que la política “debería seguir siendo restrictiva durante algún tiempo hasta que el comité confíe en que la inflación está descendiendo de manera sostenible hacia su objetivo”.
Los riesgos bilaterales se refieren al riesgo de endurecer demasiado poco la política, lo que dejaría la inflación en niveles más altos, o demasiado, lo que amenaza con frenar drásticamente el crecimiento económico.
Las referencias a proceder con cautela aparecieron dos veces. “Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que el comité estaba en condiciones de proceder con cuidado”, decía el acta, señalando que los funcionarios continuarían tomando decisiones basadas en la “totalidad” de la información entrante.
También dijeron que “la volatilidad de los datos y las posibles revisiones de los datos, o la dificultad de estimar la tasa de política neutral” apoyaban el argumento de “proceder con cuidado para determinar el alcance de un endurecimiento adicional de la política que podría ser apropiado”.
La palabra “cuidadosamente” no apareció en el acta de julio.
Es probable que las minutas de septiembre cimenten las expectativas de que la Reserva Federal ha terminado de subir las tasas en este ciclo. Una venta masiva de deuda del Tesoro durante las últimas dos semanas ha ayudado a acelerar esas expectativas, ya que los funcionarios de la Fed han reconocido que el aumento en los costos de endeudamiento puede estar haciendo parte del trabajo del banco central.
La pausa en los aumentos de las tasas de interés en septiembre dejó la tasa de referencia de la Reserva Federal en un rango de 5,25-5,5 por ciento, el nivel más alto desde 2001. Eso está ligeramente por debajo de los niveles de fin de año pronosticados por la mayoría de los funcionarios en sus proyecciones de puntos de septiembre.
Las reacciones iniciales del mercado a la publicación de las actas fueron mínimas.
La reunión de la Reserva Federal refleja las opiniones de los funcionarios antes de la reciente liquidación del mercado de bonos del Tesoro. Con los inversores convencidos de que la Reserva Federal mantendría las tasas de interés altas por más tiempo y que el crecimiento estadounidense podría ser mejor de lo esperado en los próximos trimestres, los rendimientos de los bonos a 10 y 30 años subieron a sus niveles más altos en 16 años la semana pasada.
El aumento de los rendimientos afectó a las acciones y envió las condiciones financieras a los niveles más estrictos en un año. Desde entonces, los funcionarios han salido a decir que el aumento de los rendimientos en el mercado del Tesoro puede haber hecho parte del trabajo de la Reserva Federal, obviando la necesidad de mayores aumentos en las tasas.
El vicepresidente de la Reserva Federal, Philip Jefferson, dijo el lunes que “seguiría siendo consciente del endurecimiento de las condiciones financieras a través del aumento de los rendimientos de los bonos” al evaluar la trayectoria de las tasas de interés. Ese sentimiento fue compartido por la presidenta de la Fed de Dallas, Lorie Logan, el mismo día, y por el presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, el martes.
También el martes, el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, dijo que el banco central no necesitaba aumentar más las tasas de interés y dijo que no esperaba que Estados Unidos entrara en una recesión en el corto plazo.