Los residuos siguen siendo un problema para De Wolden, los residentes pagarán “mucho” más

Los habitantes del municipio de De Wolden pagarán el próximo año casi un diecisiete por ciento más en concepto de impuesto sobre residuos. Esto se debe a que el municipio gasta mucho más dinero en la recogida y procesamiento de residuos y estos costes se trasladan a los residentes, que también son en parte responsables de los mayores costes.

No es un buen primer mensaje para el concejal Rudi Hooch Antink (Intereses Municipales), quien lo califica como un “aumento significativo”. Es concejal desde hace más de un mes: como sucesor de Egbert van Dijk, que se fue a la provincia, tiene finanzas y despilfarros en su cartera.

Durante la presentación de su primer presupuesto, explica a qué se debe el aumento. Los salarios más altos y los precios más altos del combustible en los procesadores de residuos influyen, afirma. “Y hemos firmado un nuevo contrato para la recogida de residuos orgánicos”. El contrato existente con tarifas competitivas no pudo ampliarse.

En parte, los propios residentes tienen la culpa del aumento de los costes. Porque los costes del procesamiento de residuos aumentan porque la recogida sale mal. “Hay muchas cosas malas en los residuos orgánicos y plásticos”, señala Hooch Antink.

Una bolsa de basura incorrecta en un contenedor puede significar que se rechace una carga completa de basura en un camión. El resultado es que los residuos se queman en lugar de reutilizarse. Dando como resultado mayores costos.

Los predecesores de Hooch Antink se toparon con el mismo problema en los últimos años. “No es un problema típico de De Woldens. Ocurre en todas partes”, afirma el concejal, que se compromete a mejorar. “Habrá una campaña de sensibilización, queremos dejar claro cómo la gente debe separar los residuos. Cuanto mejor separemos los residuos, más dinero tendremos”. Aún no se sabe cómo será exactamente la campaña, pero se sabe que para ella se destinarán 50.000 euros.

Así que no hay opción para “quien contamina paga”. “Es muy posible que a doscientos hogares les vaya bien y que un contenedor sea vaciado en el camión de la basura, lo cual no es bueno”, sabe también Hooch Atink.

En el pasado, De Wolden amenazó con imponer multas a esa familia. “Ahora nos centramos en recompensar en lugar de castigar. Se trata de crear conciencia y luego esperamos que se reduzca el número de camiones rechazados. Si eso no funciona, es posible que de todos modos tengas que acudir a una inspección”.



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