Japón quiere recuperar su posición de líder mundial en semiconductores que data de los años 80. Para lograrlo, el gobierno japonés no duda en meterse la mano en el bolsillo. …
Japón quiere recuperar su posición de líder mundial en semiconductores que data de los años 80. Para lograrlo, el gobierno japonés no duda en meterse la mano en el bolsillo. El 3 de octubre formalizó una ayuda de 192 mil millones de yenes (1,2 mil millones de euros) para la instalación de la empresa estadounidense Micron en Hiroshima.
Micron se reunió con el primer ministro Fumio Kishida en mayo
Fue durante una clásica rueda de prensa que el Ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, reveló la noticia. Micron se instalará en Japón con apoyo del gobierno. La inversión para la empresa representa 500 mil millones de yenes (3,2 mil millones de euros). Una gran operación, mientras que en China debe sufrir medidas de represalia de Beijing contra Estados Unidos.
Motivo de orgullo para Yasutoshi Nishimura, Micron pretende utilizar las tecnologías más punteras del sector, las máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV) de la europea ASML. Los semiconductores de memoria avanzados que saldrán de fábrica” se utilizará en aplicaciones como IA generativa, centros de datos y conducción autónoma, donde se espera que la demanda aumente en el futuro. », enumeró el ministro.
El acuerdo se alcanzó en mayo, la víspera de la organización del G7, en Hiroshima y en paralelo a las sanciones chinas contra Micron. Habló directamente con el primer ministro Fumio Kishida. Es este último el que lleva consigo el objetivo japonés de recuperar el liderazgo en el sector, gracias a una triplicación de la producción nacional.
A Japón le va bien en la carrera internacional por las fábricas de semiconductores
“ Desde una perspectiva de seguridad económica, es importante que Japón tenga un suministro fiable y estable de los semiconductores de última generación que necesitará en el futuro. » añadió el Ministro de Economía. Japón, al igual que Europa o Estados Unidos, tiene su propio plan para apoyar el desarrollo de la producción en su suelo.
Japón enfrenta, como otros, los desafíos de la disponibilidad de mano de obra. Sin embargo, las primeras implementaciones parecen ir bien. Mientras que el campeón de las fundiciones Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) lucha en Arizona, hasta el punto de retrasar un año la apertura de su fábrica, los trabajos de instalación en el sur del archipiélago avanzan a buen ritmo. Hasta el punto de convencer a la empresa, financiada en gran parte por Tokio, de que considerara la construcción de una segunda fábrica.
Además, el gobierno japonés sigue apoyando al consorcio Rapidus. Esta empresa, nacida de la colaboración de varios campeones del sector, también tiene como objetivo producir los chips más avanzados del mercado en el país. La ambición de Japón en materia de semiconductores es altísima, incluso mayor que la de la Unión Europea y su duplicación de sus cuotas de mercado de aquí a 2030. Aunque todavía es un poco pronto para decirlo, la apuesta, audaz, parece encaminada hacia el éxito.