Los trabajadores se lanzaron a las llamas y pudieron rescatar a varias personas del autobús.

Las secuelas del accidente de autobús en Mestre, cerca de Venecia, son graves: al menos 21 personas murieron y dieciocho resultaron heridas. El autobús, que funcionaba con gasolina, se estrelló en un paso elevado e inmediatamente se incendió. Pero eso no impidió que dos trabajadores, entre ellos Boubacar Touré, de Gambia, de 27 años, sacaran rápidamente a algunas personas, e incluso a un perro, de las llamas.



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