Ansiedad, insomnio y estrés postraumático: cómo una invasión de chinches despierta la preocupación olímpica en París


De repente, Francia se ha ocupado de luchar contra las chinches. Es necesario darse prisa, porque los pequeños parásitos chupadores de sangre no deben arruinar los próximos Juegos Olímpicos de 2024.

Bob van Huët

Las chinches de cama de gran notoriedad han lanzado una gran ofensiva en París. Ya se han visto en cines, hospitales, el TGV (y otros trenes) y ahora también en el metro de París. Los periódicos franceses han publicado esta semana historias de terror sobre la línea 8 del metro de París, donde las chinches abundan en el revestimiento de los sofás. Esa noticia ha recibido ahora atención mundial -en parte debido a los próximos Juegos- e incluso se ha convertido en un tema político en Francia. El partido de izquierda La Francia Insumisa exige que el Estado reconozca las chinches como un problema de salud pública nacional. El ministro de Transportes francés, Clément Baune, ha indicado que esto puede ser un poco exagerado, pero quiere reunirse rápidamente con todo tipo de autoridades y empresas de exterminio.

Según datos de la Agencia Francesa de Salud y Seguridad Alimentaria (ANSES), el 11 por ciento de los hogares franceses se enfrentaron a chinches entre 2017 y 2022. Sería incluso “uno de cada seis”, según el presidente del Instituto de Gestión de Servicios Inmobiliarios, Henry Busy-Cazaux. Según un estudio reciente, casi el 35 por ciento de las chinches se encuentran en los somieres, el 23 por ciento en sillas y sofás, el 22 por ciento en colchones y el 13 por ciento en almohadas.

Portada del lunes del periódico francés “Libération”: las chinches han sido declaradas persona non grata.Imagen internet

dinosaurios

No se pueden simplemente erradicar las chinches. Son supervivientes por excelencia. Vivieron a través de los dinosaurios y tienen al menos 115 millones de años, según un periódico francés. Las plagas son de forma ovalada y aplanada, de color marrón rojizo, miden unos 5 milímetros y se asemejan a pequeñas cucarachas. Se alimentan de sangre. Las chinches sólo necesitan de tres a diez minutos para consumir hasta seis veces su peso.

Según las autoridades sanitarias francesas, las chinches “no son vectores de enfermedades”. Sus picaduras causan picazón e inflamación, que generalmente desaparecen en aproximadamente una semana. Algunas personas pueden experimentar reacciones cutáneas graves, especialmente en casos de alergias. En caso de infección grave existe riesgo de anemia.

El gobierno francés es consciente del problema. Hace tres años ya se lanzó una campaña gubernamental contra las chinches, que incluía un sitio web especial y una línea telefónica de información. Desafortunadamente, no parece ser suficiente para prevenir una nueva propagación del parásito.