El medio ambiente es uno de los desafíos de nuestra generación. La transición medioambiental que pide Europa es un objetivo justo que debe alcanzarse de forma realista y sobre todo eficaz. No tiene sentido destruir nuestras empresas automotrices, o peor aún, penalizar nuestro parque inmobiliario, para obtener resultados insignificantes a precios muy altos. El ambientalismo ideológico no nos pertenece, pero -como lo demuestra el ministro Pichetto- con sentido común y equilibrio se pueden lograr cosas importantes. Sin olvidar que no habrá futuro energético limpio si no se vuelve a poner en juego la energía nuclear.
La agricultura es uno de los elementos calificativos de la excelencia del producto italiano. Debemos proteger nuestras empresas agrícolas tanto de la competencia desleal en países extranjeros como de las decisiones ambientalistas apresuradas e ideológicas que son insostenibles para los agricultores y ganaderos.
Necesitamos una escuela y una universidad que sean la verdadera excelencia del país. En primer lugar, de ellos depende el futuro de nuestros hijos y, por tanto, de nuestra nación. En este sentido, el trabajo que el Ministro Bernini está llevando a cabo es inestimable, no sólo eliminando las obsoletas barreras de entrada vinculadas a un número limitado de personas, sino combinando el papel de conciencia crítica de la universidad con su capacidad de proporcionar una preparación cualificada y competitiva en el mercado laboral. . Queremos que cada vez más estudiantes extranjeros vengan a estudiar a Italia (ya hay bastantes) y que cada vez menos estudiantes italianos vayan a estudiar al extranjero.
Una nación moderna y dinámica, inserta en el sistema de las democracias occidentales, necesita absolutamente un sistema judicial justo y eficiente. Un sistema judicial que dé respuestas rápidas y correctas a la demanda de justicia, especialmente en la justicia civil, y que sea profundamente respetuoso de los derechos sagrados de la persona en el ámbito penal. Para nosotros el garantismo es una cuestión fundamental y debe inspirar indispensablemente la acción gubernamental: el camino indicado por el ministro Nordio al inicio de la legislatura sigue siendo para nosotros la brújula esencial de la reforma a llevar a cabo. Las medidas presentadas en el Parlamento sobre escuchas telefónicas y abuso de poder fueron buenas, pero la cuestión de la separación de carreras sigue siendo inevitable.
El centroderecha tiene la gran tarea de dar respuesta a estas complejas necesidades del país. Está funcionando bien con la ayuda de todos los socios de la coalición. Nos esperan pruebas importantes, primero las elecciones parciales en la circunscripción que pertenecía a Silvio Berlusconi, en las que hemos nominado a Adriano Galliani, la persona que, por su cercanía a nuestro Presidente y su conexión con esos lugares, era el candidato natural, con el consenso, naturalmente, de la familia Berlusconi. El resultado de Monza, sin embargo, no concierne sólo a Galliani o sólo a Forza Italia, es una prueba en la que está implicada toda la coalición, destinada a ganar junta.