Muere Giorgio Napolitano, expresidente de Italia, a los 98 años


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El ex presidente italiano Giorgio Napolitano, que desempeñó un papel fundamental para ayudar a restaurar la confianza del mercado en su país en medio del caos de la crisis de deuda de la eurozona, murió a la edad de 98 años.

Como jefe de Estado, Napolitano ayudó a guiar a Italia a través del colapso del último gobierno del ex primer ministro Silvio Berlusconi en el pico de la crisis de deuda en 2011, cuando la grave situación económica de Italia amenazaba el futuro de la unión monetaria europea.

Su selección del tecnócrata Mario Monti, un respetado profesor de economía y ex comisario europeo, para liderar una gran coalición nacional para ayudar a enfrentar la difícil situación de Italia fue ampliamente bienvenida tanto por otros gobiernos de la eurozona como por el Banco Central Europeo.

En un comunicado, el actual presidente de Italia, Sergio Mattarella, elogió a Napolitano –quien comenzó su carrera política como miembro del Partido Comunista de Italia, luchando contra el fascismo– por luchar por “la paz y el progreso de Italia y Europa”.

Napolitano “promvió el fortalecimiento de las instituciones comunitarias para una Europa cada vez más autoritaria y unida”, afirmó Mattarella en su mensaje de condolencia.

Napolitano, que nació en Nápoles en 1925, pasó las primeras décadas de su carrera política ascendiendo en el Partido Comunista de Italia, entonces el más grande de Europa occidental. Durante muchos años como miembro electo del parlamento nacional, se desempeñó como presidente y ministro del Interior, y luego ocupó cargos en el parlamento europeo y en otros lugares dentro de la administración de la UE.

Pero fue durante sus dos mandatos como presidente, de 2006 a 2015, que Napolitano encontró su lugar en el centro de la política italiana, reuniendo a los actores nacionales para abordar desafíos abrumadores.

Después de la renuncia de Berlusconi en 2011, en medio de una intensa presión de mercado por parte de aliados enfurecidos por su renuencia o incapacidad para emprender las reformas de mercado necesarias, Napolitano nombró a Monti. Su elección fue bien recibida y el rendimiento del bono italiano a 10 años cayó de casi el 7 por ciento en ese momento a sólo el 2 por ciento tres años después.

A raíz de su intervención, la popularidad y credibilidad personal de Napolitano fueron tales que, después de unas elecciones generales no concluyentes, los principales partidos lo convencieron para que permaneciera para un segundo mandato como presidente. Esto sentó el precedente que siguió el actual Mattarella cuando también aceptó un segundo mandato el año pasado.

Napolitano renunció en 2015, a mitad de su segundo mandato, diciendo que, a sus 89 años, era demasiado mayor para continuar.



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