Hoy en día es casi sistemático: al pagar acercamos nuestra tarjeta bancaria o nuestro smartphone a la pantalla del terminal de pago (TPE). Popular debido a la fluidez del proceso y la reducción del contacto físico durante la pandemia, este método de pago se ha convertido en el método de pago preferido de los compradores. Ahora esperan que se les ofrezca esta opción dentro de cada marca que ingresen. Para los gestores de PYME, el pago sin contacto ya no aparece como una opción, sino como una necesidad.
Una práctica que poco a poco se va afianzando en los hábitos de los franceses.
En apenas unos meses, la crisis sanitaria ha cambiado los hábitos de pago de los franceses. Según uno estudiar Realizado por Panorabanques en junio de 2022, el 86% de ellos utiliza ahora el pago sin contacto. Esto supone 7 puntos más que el año anterior. El cambio del límite máximo de 30 a 50 euros por parte de la Federación Bancaria Francesa en mayo de 2020 contribuyó a esta fuerte adopción. El contactless se ha convertido en el medio de pago preferido por los franceses por su practicidad y rapidez de uso. Pese a todo, el 10% de los encuestados no quiere utilizarlo.
¿Qué pasa con el pago móvil, que también te permite pagar en un solo movimiento? Según la encuesta, el 19% de los franceses optan actualmente por este sistema, frente al 17% en 2021. Por tanto, la adopción es bastante lenta. El 69% de los encuestados incluso declaró que no quería utilizarlo.
Un activo para la experiencia del cliente.
Hoy en día, el pago sin contacto es esencial a los ojos de los compradores. Ayuda a cumplir con los nuevos requisitos que surgieron durante la pandemia. Entre ellas, una experiencia rápida, fluida y segura en todos los sentidos. Estas son las tres casillas a rellenar para poder atraer y retener nuevos consumidores.
La velocidad es precisamente la principal ventaja de este dispositivo. Armado con un TPE usable Equipados con tecnología sin contacto, los comerciantes pueden retirar dinero a sus clientes en segundos, ya sea que se encuentren dentro de un radio del punto de venta o haciendo cola fuera de él. No tienen que introducir su código PIN ni buscar largos minutos en sus bolsos. Esto se traduce en ahorro de tiempo y flexibilidad para cada una de las partes interesadas.
Satisfechos con la experiencia sin complicaciones que se les ofrece, los clientes no dudarán en volver para realizar nuevas compras. Al ver que el proceso es fluido desde el momento en que ingresan a la tienda hasta el momento en que pagan, es muy probable que gasten más y con mayor regularidad.
También se agrega una capa de seguridad. El pago contactless con tarjeta física está limitado a un máximo de 50 euros por transacción. El número de transacciones acumuladas varía según el banco. Después de eso, deberás ingresar tu código confidencial. Esto ayuda a limitar el uso fraudulento de la tarjeta en caso de robo o pérdida.
Para los pagos sin contacto realizados a través del móvil, el límite es mucho mayor: ronda los 300 euros. Para cantidades mayores, el comprador debe ingresar su código secreto y luego volver a colocar su teléfono en la pantalla.
Pymes que dudan en dar el paso
Aunque el pago sin contacto parece ser una poderosa palanca para estimular las ventas, algunas pequeñas y medianas empresas todavía dudan en ofrecerlo en sus tiendas. La razón es principalmente financiera. Para aceptar este tipo de pago es necesario disponer de un TPV específico, en el que se haya instalado un software equipado con tecnología Near-field Communication (NFC). Es este último el que permite transmitir información bancaria entre dos dispositivos.
Sin un TPE equipado con esta innovación, no es posible aceptar pagos sin contacto. Para las PYMES que no están equipadas, esto significa reemplazar todo el hardware y actualizar su suscripción de mantenimiento de pagos electrónicos. Cambios que pueden suponer costes adicionales.
Sin embargo, puede ser una buena inversión a largo plazo. Cuantos más métodos de pago ofrece una empresa a los compradores, más supera las barreras de compra y aumenta su tasa de conversión. Es mejor si el pago sin contacto es parte de la lista de opciones disponibles, especialmente cuando sabes cuán ampliamente se usa hoy en día.
En el caso de que adquirir un TPV contactless suponga un gasto demasiado elevado, existe una segunda opción: el alquiler. Esto ayuda a adaptarse a las preferencias de los compradores a un costo menor.
La repentina democratización del pago sin contacto ha cambiado considerablemente las preferencias de los clientes en términos de métodos de pago. Ahora muchos de ellos lo prefieren por su velocidad, simplicidad y seguridad. Las PYMES tienen mucho que ganar si lo adoptan en sus marcas: mayor satisfacción del cliente, menores esperas, mayor fidelidad, etc. Para alcanzar estos objetivos clave, sin embargo, tendrán que equiparse con nuevos equipos, pero que, al final, podrían suponer un gran riesgo. ayudarles a aumentar sus ventas.