Estranguló a la madrina de su hijo menor y luego arrojó su cuerpo al otro lado de la frontera holandesa. Elvir S. (33) ha confesado ahora el asesinato de la viuda de Ostende, Marleen (64). Pero hoy ya conoce su castigo por las amenazas de muerte contra un conductor de autobús en Ostende. ¿Desaparecerá esta vez de su rostro la amplia sonrisa que mostró anteriormente en el tribunal?
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