Tras dimitir como presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales deberá comparecer ante los tribunales el viernes a las 12.00 horas por acusaciones de violencia sexual. Rubiales besó en la boca a la jugadora nacional Jennifer Hermoso tras la final del Mundial en contra de su voluntad.
La Fiscalía española presentó cargos el viernes pasado y Rubiales fue citado oficialmente el martes. El hombre de 46 años deberá comparecer ante un juez de instrucción “para ser oído como imputado” y responder a las acusaciones, informó la Audiencia Nacional de Justicia de Madrid.
Rubiales, por su parte, renovó su reclamo de acuerdo consensuado. “Lo que tuvimos fue un acto espontáneo, un acto consensuado, un acto que ambos coincidieron, impulsados por la emoción del momento y la felicidad. Sigo sosteniendo que esa es la verdad”, dijo Rubiales en un programa de entrevistas con los ingleses. El periodista de televisión Piers Morgan. Sus intenciones también eran “100 por ciento no sexuales”.
Hermoso presentó el pasado miércoles una denuncia contra Rubiales. También acusa a Rubiales de presionarla. Ella se pronunció en su defensa inmediatamente después del escándalo por el beso, que, según el fiscal, podría considerarse un delito de coacción.
Tras una reciente reforma del código penal español, un beso no consentido puede considerarse un acto de violencia sexual. Según la fiscalía, las penas por ello pueden oscilar entre una multa y cuatro años de prisión.
Sólo el domingo Rubiales anunció su renuncia a su cargo después de semanas de disputas. Pero él siguió insistiendo en que no había hecho nada malo. En momentos de felicidad, la gente “no pide permiso”: “Es simplemente un momento feliz, feliz y la gente celebra”.