Mark Dickey, de 40 años, se encontraba a casi un kilómetro de profundidad cuando sufrió una hemorragia interna. En un mensaje de vídeo distribuido el viernes, dejó claro que tenía muchas posibilidades de lograrlo. Mostraba que el espeleólogo había instalado un pequeño campamento en la cueva oscura y que alguien estaba con él. “Como pueden ver, estoy de pie, consciente y puedo hablar, pero todavía no estoy curado por dentro”, dijo Dickey. “Así que necesito mucha ayuda para salir de esto”.
En la operación de rescate participaron unos 200 socorristas de Turquía y del extranjero. Usaron explosivos para ampliar el paso. Debido a la situación de salud de Dickey, en la operación de rescate también participaron los médicos, que lo acompañaron en el largo viaje hacia arriba.
‘Espeleólogo altamente entrenado’
Antes de que pudiera comenzar ese viaje, a Dickey le dieron infusiones de sangre. Su sangrado gástrico se resolvió con soporte de plasma y suero. Luego lo ataron a una camilla, que tuvo que ser elevada con cuerdas a través de los estrechos pasillos, a veces incluso completamente verticalmente. Los rescatistas que tiraban de las cuerdas subían ocasionalmente a la superficie para descansar.
La Asociación Europea de Rescate en Cuevas (ECRA), de la que Dickey es secretario, califica al estadounidense de «una figura muy conocida en la comunidad espeleológica internacional, un espeleólogo altamente capacitado y un explorador de cuevas». También es instructor de organizaciones que ayudan a preservar cuevas en Estados Unidos.