De BZ/dpa
Adiós mar, hola Berlín. Cada vez más gaviotas costeras vuelan hacia la capital.
Entre los lagos Tegeler y Müggelsee ya no son sólo las pequeñas gaviotas reidoras locales (de plumaje blanco grisáceo, pico rojo, unas 60 parejas) las que se sienten como en casa. Ahora también viven aquí especies de mayor tamaño: gaviotas argénteas, gaviotas mediterráneas y gaviotas comunes.
“Sus zonas de reproducción en la naturaleza son en realidad islas, zonas vírgenes donde hay grava y arena y no hay perturbaciones”, dice el experto en naturaleza urbana Derk Ehlert. En los mares del Norte y Báltico cada vez hay menos, porque se están construyendo o sirven como áreas de recreación local.
Por eso los animales buscaban nuevos hábitats y los encontraban tierra adentro. Por ejemplo, en la azotea del centro comercial Alexa (Mitte), en Gropiusstadt (Neukölln) y en Märkischesviertel (Reinickendorf): “Suponemos que en la ciudad hay más de 150 parejas de aves reproductoras”, dice Ehlert.
También hay menos barcos pesqueros en la costa. En Berlín esperaban más comida. “Por cierto, a sus hijos no les dan patatas fritas ni kebabs”, explicó Ehlert. “Pero pescado”. Además de delicias como ratas y pequeños mamíferos.