Luis Rubiales sigue demostrando su inocencia tras dimitir como presidente. El español hubiera preferido seguir siendo presidente, pero dimitió por consejo de familiares y amigos. “Estoy seguro de que la verdad saldrá a la luz y haré todo lo que pueda para demostrarlo”.
“Lo dejo porque ya no puedo seguir haciendo mi trabajo”, afirmó Rubiales en el comunicado con el que se despidió de la UEFA y de la Federación Española de Fútbol RFEF. “Hablé con mi padre, mis hijas y amigos cercanos. Dijeron que tengo que seguir adelante con mi vida”.
Rubiales fue criticado por su polémico beso a la jugadora Jennifer Hermoso tras la final del Mundial. Anteriormente se negó a renunciar, pero reconsideró su decisión 21 días después del incidente.
Rubiales temía que el revuelo mundial perjudicara a sus allegados. “Este asunto no debería influir en la gente que me rodea. En este momento era lo más inteligente. Esperar y quedarse no aportará nada positivo, ni para la UEFA ni para el fútbol español”.
‘El fútbol español no debería sufrir esta caza de brujas’
Rubiales, de 46 años, casi podría olvidar su trabajo como entrenador de fútbol. El español fue suspendido por la FIFA durante 90 días en espera de una investigación. El viernes también fue acusado por la Fiscalía española de agresión y coacción.
“El fútbol español no debería sufrir esta caza de brujas. Sobre todo creo que esta decisión contribuye a una posible concesión del Mundial de 2030 a España, Marruecos y Portugal”, se lee en el comunicado de Rubiales. “Esperemos que el evento más grande del mundo llegue a nuestro país”.
No está claro qué hará Rubiales después de dejar el cargo de director. “Tengo que mirar hacia adelante y mirar hacia el futuro”, dice. “Tuve el privilegio de estar al frente de la RFEF durante cinco años. Me gustaría agradecer a todos los empleados del sindicato y a todos los que me han apoyado en los últimos tiempos”.