El mundo era pequeño en el pueblo frisón donde creció el meteorólogo Gerrit Hiemstra (62). No se celebraban las fiestas porque siempre había que ordeñar las vacas. Ahora renuncia a NOS para dedicarse al problema global del cambio climático. «Los políticos tienen que tomar muchas más decisiones difíciles», afirma en esta entrevista de la revista de fin de semana Mezza.
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