Por Danilo Gladow
Los defensores del clima no pudieron alcanzar sus viejos objetivos. No es de extrañar: con la forma de protesta que eligieron, la desobediencia civil, recibieron rechazo en lugar de aprobación jubilosa.
Ahora tienen un nuevo objetivo: no volver a utilizar materias primas fósiles a partir de 2030. Eso por sí solo demuestra la desesperación. Para lograrlo, quieren regresar a Berlín el 13 de septiembre y no irse hasta haber alcanzado su objetivo.
Ya no hay protestas en Baviera. Después de todo, allí le esperan 30 días de prisión preventiva. La portavoz de Klima-Kleber, Carla Hinrichs, anunció nuevas formas de protesta para la capital que nadie podía imaginar.
Esto suena como una amenaza para los berlineses: esta vez tampoco lograrán su nuevo objetivo.