Big Bazar quiere vender su sucursal belga y así recaudar dinero para garantizar que la situación de los acreedores no empeore en las próximas semanas. De esta manera, la cadena de negociación espera que el juez conceda más tiempo para evitar una inminente quiebra.
Esto quedó claro el viernes durante la audiencia judicial en Leeuwarden. Allí, el juez consideró por segunda vez si se podía conceder al Gran Bazar un período especial de reflexión. Esto debería darle tiempo a la empresa para llegar a un acuerdo con los acreedores.
Big Bazar tiene en total más de cien tiendas, de las cuales unas diez se encuentran en Bélgica. Para hacer frente a las obligaciones actuales en las próximas semanas se necesitarían 3,5 millones de euros.
Según la cadena, el acuerdo para la venta de la sucursal belga y, por tanto, la necesaria inyección de capital, ya está casi cerrado. El abogado Oscar van Oorschot, de Big Bazar, señala que todas las sucursales belgas son tiendas rentables.
Big Bazar dijo que ya estaba cerca de llegar a un acuerdo de venta el lunes pasado. Pero esto se canceló en el último momento porque acababa de conocerse un fallo judicial según el cual a la empresa no se le daría un período de reflexión.
La quiebra parecía inevitable
Luego se supo que la cadena se declararía en quiebra el martes. Pero en el último momento el comité de empresa de la empresa solicitó el nombramiento de un experto en reestructuraciones que pudiera resolver los problemas.
Como resultado, las solicitudes de quiebra del Gran Bazar presentadas por los acreedores quedaron nuevamente en suspenso. El caso volvió a presentarse ante el tribunal de Leeuwarden.
Ahora el juez ha decidido pronunciarse el próximo miércoles a las 15.00 horas. Big Bazar espera recibir los 3,5 millones de euros necesarios a principios de la próxima semana. Entonces el juez quiere esperar.
Sin embargo, todavía hay algunos grandes acreedores que no ven nada en los intentos de poner las cosas en orden financieramente. «En realidad, no hemos avanzado más que la semana pasada», argumenta el abogado Daniël Schuilwerve, del propietario de las propiedades comerciales Nieuwgeluk Real Estate.