Un asesino colombiano ha sido detenido en Estados Unidos tras una fuga de 27 años. Se trata de Usma Acosta, de 61 años, un hombre que fue condenado en 1996 por el asesinato de su esposa y el tiroteo de su hija. Acosta huyó y permaneció sin dejar rastro todos estos años, hasta ahora.
Acosta, de 61 años, disparó y mató a su esposa Laura Rose Agudelo en 1994 después de una discusión en su casa en Colombia. Luego también le disparó a su propia hija después de que ella trató de salvar la vida de su madre. La joven resultó gravemente herida, pero sobrevivió. Acosta huyó del país tras el drama familiar y desde entonces ha permanecido fuera del alcance de las autoridades.
En 1996, la justicia de Medellín lo condenó a 45 años de prisión por homicidio, tentativa de homicidio y porte ilegal de arma de fuego. Posteriormente, su sentencia se redujo a 28 años con base en las nuevas pautas del derecho penal colombiano. El gobierno colombiano emitió una orden de arresto internacional para permitir que Acosta cumpliera su condena. La búsqueda de las autoridades fue infructuosa durante años.
Asesino a sangre fria
En el verano de 2020, el FBI en Boston, EE. UU., recibió un aviso de que Acosta podría quedarse en el área de Boston. El Servicio de Policía Federal entonces inició una investigación. El miércoles pasado, el colombiano fue arrestado cuando se dirigía a su trabajo en la cercana Waltham. No está claro en la declaración del FBI por qué eso tuvo que tomar casi dos años. “Debe ser juzgado por lo que hizo, y el arresto de hoy asegura que lo hará”, es todo lo que puede decir el detective de la División de Boston del FBI, Joseph Bonavolonta.
Vecinos de Acosta están conmocionados por la detención. “No conocía su historia de fondo. Guau, guau”, dice un vecino directo que es amigo de su hijo. “El padre de mi mejor amigo es un asesino. Eso es una locura”, dijo a NBC10 Boston. Acosta es un “asesino a sangre fría” según el FBI. Logró ingresar a los Estados Unidos adoptando una nueva identidad para poder permanecer fuera de la vista de las autoridades. Bajo su nuevo nombre, Carlos Alberto Rendón, se casó con una ciudadana estadounidense en 1998 y obtuvo el estatus de residente permanente legal.
Sin embargo, en 2020, Rendón tuvo que presentar una nueva solicitud ante los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. Como parte de esa solicitud, se le exigió que presentara un certificado de nacimiento colombiano y huellas dactilares. El FBI comparó las huellas dactilares de Rendón con las de Usma Acosta, proporcionadas por la Policía Nacional de Colombia, y determinó que coincidían exactamente.
No más amenazas
El asesino colombiano fue entregado al Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos después de su arresto. Pronto tendrá que responder ante un juez de inmigración. No está claro si Acosta ha contratado a un abogado.
“El arresto de hoy ha asegurado que este asesino peligroso y convicto será llevado ante la justicia por sus crímenes”, dijo Todd Lyons de las autoridades locales. “Acosta ya no representará una amenaza gracias a los esfuerzos incansables de un destacado equipo de agentes del orden tanto en los Estados Unidos como en Colombia”.
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