El belga acordó un recorte de medio millón, ayudando a los Giallorossi a cumplir con las reglas del juego limpio financiero
Horas de discusión, todo el personal amarillo y rojo en presencia de la dirección del Chelsea, una hazaña agotadora pero que al final produjo humo blanco. También porque en la última ronda de negociaciones Romelu Lukaku respondió aún más a las necesidades de Roma. De hecho, su salario neto baja de los 7,5 millones previstos en los últimos días a 7. Para el club giallorossi, el gasto bruto pasa así a 9,1 millones, frente a los 10 iniciales.
Este acto de buena voluntad beneficia a los romaníes no sólo como una forma de ahorro en sí mismo, sino que ha servido para ayudar a los Friedkins a respetar los límites del juego limpio financiero. Además de facilitar la parte final del diálogo con el Chelsea. El salario con los ‘bleus’ era de 10,8 millones netos. Ya en su experiencia en el Inter, el Big Rom se había recortado el sueldo hasta los 8,5 millones: ahora la última renuncia para casarse con la causa amarilla y roja y encontrar un nuevo alojamiento que, no hace muchos días, parecía realmente en alta mar.