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La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, inició el lunes una gira por China advirtiendo que Washington no cederá en materia de seguridad nacional, al tiempo que añadió que veía oportunidades en la mayor parte del comercio bilateral que no tocaban temas delicados.
En declaraciones a su homólogo, el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, en Beijing como parte de un viaje diseñado para revitalizar el diálogo entre las dos partes, Raimondo dijo que Estados Unidos creía que «una economía china fuerte es algo bueno».
“Por supuesto, en cuestiones de seguridad nacional, no hay margen para ceder o negociar”, afirmó Raimondo. “Y como usted dice, la gran mayoría de nuestra relación comercial y de inversión no involucra preocupaciones de seguridad nacional. Y en este sentido, estamos comprometidos a promover el comercio y la inversión en aquellas áreas que sean de beneficio mutuo”.
La visita de cuatro días de Raimondo a Beijing, la cuarta de un funcionario estadounidense de alto nivel este año, es parte de los esfuerzos de Washington para poner la relación bilateral con China sobre una base más firme.
China está indignada por los esfuerzos del presidente estadounidense Joe Biden para seguir endureciendo las restricciones a las exportaciones e inversiones relacionadas con la tecnología en China, incluidas las restricciones anunciadas este mes diseñadas para impedir que la financiación estadounidense fluya hacia el ejército chino.
Pero Beijing está luchando contra la debilitada confianza de los inversores nacionales y extranjeros. Una desaceleración en su sector inmobiliario y la debilidad de las exportaciones han afectado el crecimiento económico.
Los funcionarios chinos, que alguna vez confiaron en poder atraer inversores extranjeros, ahora están tratando de reavivar el interés extranjero y convencer a los propietarios de fábricas para que se expandan, justo cuando muchos de ellos están sopesando alternativas en otras partes de Asia.
Durante el fin de semana, el gobierno buscó impulsar la confianza en el mercado de valores recortando el impuesto de timbre aplicado a las transacciones de acciones por primera vez desde 2008. El recorte hizo subir los precios de las acciones el lunes.
Raimondo dijo que la relación comercial entre Estados Unidos y China, valorada en 700.000 millones de dólares, era una de las más importantes del mundo y que era «profundamente importante» que las dos partes tuvieran una «relación económica estable».
Dijo que las inversiones de la administración Biden para fortalecer las cadenas de suministro en Estados Unidos no tenían como objetivo “obstaculizar el progreso económico de China”.
El año pasado, la administración Biden promulgó la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Chips y Ciencia, que otorgan créditos fiscales, subsidios y préstamos para desarrollar industrias nacionales en tecnología limpia y semiconductores.
Raimondo destacó la atención sanitaria, el cambio climático y los vínculos «entre pueblos» como áreas en las que ambas partes podrían trabajar juntas.
Wang de China dijo que la mayor parte del comercio entre Estados Unidos y China era de una categoría «benigna» y se le debería permitir continuar sin obstáculos.
Dijo que estaba dispuesto a trabajar con Raimondo para fomentar «un entorno político más favorable» e «inyectar un mayor impulso a la recuperación económica mundial».