La nota incluía detalles del vehículo en el que estaba detenida, un número de contacto y los destinos de Kingman y Las Vegas. Ese mismo día, su madre denunció su desaparición y nombró a Jacob Wilhoit (41) como sospechoso.
Los detectives determinaron que Wilhoit se hizo pasar por taxista el lunes por la mañana y la secuestró en un concesionario de automóviles cerca de Phoenix. Se disfrazó con una peluca y la abrazó durante el viaje a Las Vegas, donde pasaron la noche en un parque cercano.
La clienta de la gasolinera actuó rápidamente y de inmediato llamó al número de emergencias 911. Con su información las autoridades pudieron rastrear el vehículo. Cuando registraron el auto de Wilhoit, encontraron varias armas de fuego. Finalmente, el hombre fue arrestado y enfrentó múltiples cargos, incluidos acoso, puesta en peligro, agresión agravada, encarcelamiento ilegal y secuestro.