Un grupo de derechos laborales pide a Next y Superdry que paguen las cantidades adeudadas a los trabajadores camboyanos


La iniciativa Labor Behind the Label (LBL) está trabajando para garantizar que las empresas de moda británicas Next y Superdry paguen los 500.000 dólares que deben a los trabajadores camboyanos de la confección afectados por el cierre de la fábrica Wai Full Textiles relacionado con el coronavirus.

Según LBL, Next, Superdry y Asos fueron suministrados por Wai Full Textiles. La fábrica dejó de operar en mayo de 2021, dando a los trabajadores una parte de su derecho a vacaciones anuales, pero siguen pendientes de pago 500.000 dólares en salarios impagos e indemnizaciones por despido.

Con los propietarios de la fábrica en quiebra y la empresa matriz de Hong Kong disuelta, los abogados subrayan que estas marcas son el último recurso para los ex trabajadores.

Cuando la pandemia se desató en enero de 2021, la planta camboyana comenzó a despedir empleados. En mayo de 2021, la fábrica cerró oficialmente y los trabajadores recibieron un pago mínimo de vacaciones mientras persistía la deuda de 500.000 dólares.

En respuesta, el sindicato camboyano CATU, liderado por mujeres, pidió justicia y una compensación justa para los trabajadores de la fábrica. La quiebra de Wai Full Garments y la liquidación de activos, seguida de la desaparición de la empresa matriz en Hong Kong, dejaron a los trabajadores con opciones limitadas y los llevaron a recurrir a las marcas involucradas en busca de ayuda.

En el otoño de 2021, LBL se acercó a Superdry, Next y Asos en nombre de los trabajadores y al año siguiente las marcas propusieron un acuerdo confidencial, y también se discutieron los planes de distribución. Según LBL, hasta la fecha Next y Superdry han negado toda responsabilidad por la indemnización.

Ahora está en marcha una nueva campaña pidiendo a Next y Superdry que reconsideren su decisión y contribuyan a la suma pendiente. Este caso refleja las desigualdades más amplias que rodean al Covid-19, y las trabajadoras, en particular, enfrentan enormes discrepancias salariales en las cadenas de suministro globales. A medida que la industria de la moda avanzaba, las trabajadoras eran las más afectadas.

¿Por qué las marcas deberían pagar?

La LBL enfatiza que los gigantes de la moda a menudo eligen producir su ropa en fábricas donde, si bien no emplean trabajadores directamente, disfrutan de los beneficios de una mano de obra barata y regulaciones laxas. Sin embargo, en caso de que surjan problemas, ¿pueden estas empresas simplemente distanciarse de ellos?

Los principios rectores para los negocios alineados con los derechos humanos establecen que las marcas deben hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar el bienestar de sus creadores y corregir situaciones en las que sus actividades hayan causado o contribuido a causar daño. El aspecto complejo surge de la falta de transparencia financiera. Los trabajadores carecen de información financiera que demuestre que, en este caso, el grupo colectivo de marcas directamente “provocó o contribuyó” al cierre de la fábrica al retirar su apoyo.

Esta publicación traducida apareció anteriormente en FashionUnited.com



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