Los MINISTROS están bajo presión para romper las reglas blandas del Ministerio del Interior que ordenan al personal que no sea escéptico sobre las solicitudes de asilo.
A los evaluadores también se les dice que una mentira de un reclamante no debería significar que su solicitud se cancela.
Algunos parlamentarios conservadores criticaron al gobierno por la orientación que establece que los inmigrantes no están obligados a responder preguntas que encuentran “molestas”.
También existe preocupación sobre el uso de entrevistas por videollamada en lugar de interrogatorios cara a cara por parte de los evaluadores.
El exministro del gabinete, David Davis, dijo: “Los trabajadores sociales deben ser profundamente escépticos y estar atentos al fraude y el abuso”.
Se están reclutando 700 asistentes sociales adicionales, lo que eleva el total a 2500, en un intento por eliminar la acumulación de 170 000 reclamos.
La orientación les dice a los funcionarios que usen un lenguaje corporal no amenazante, como mantener los brazos sin cruzar y sonreír cuando se considere apropiado.
También se les dice a los solicitantes de asilo que no tienen que probar su orientación sexual si afirman estar huyendo de la persecución por ser bisexuales, gays o lesbianas.
Por ley, los reclamantes no pueden ser investigados sobre sus preferencias o actividad sexual.
El parlamentario conservador Marco Longhi, que forma parte del Comité Selecto de Asuntos Internos, dijo: “Esta guía muestra cuán completamente roto está nuestro sistema”.
El Ministerio del Interior dijo que sus procesos aseguran que “las reclamaciones se consideren adecuadamente”.