Según Defensa, una lancha rápida, tipo go-fast, fue avistada en la noche del sábado al domingo, tras lo cual se inició una persecución. Entonces el barco cambió de rumbo. Los contrabandistas tiraron por la borda barriles de combustible y paquetes de drogas para ganar velocidad. Tras una larga persecución, la embarcación sospechosa logró escapar.
Durante el registro posterior se recuperaron del mar más de medio centenar de paquetes que contenían más de 1.600 kilos de cocaína. La droga fue incautada y entregada a la policía en Curaçao. Desde entonces ha destruido los narcóticos.