Silverstone ha destacado un fenómeno que puede provocar cambios sustanciales en la carga aerodinámica: por eso la roja es más sensible al fenómeno que sus rivales
La complejidad de la aerodinámica del F1 2023 queda plásticamente demostrada por un fenómeno que parece afectar más al rendimiento de algunos monoplazas que a otros: nos referimos al “viento lateral”. En los entrenamientos, precisamente con motivo del GP de Gran Bretaña, se supo que el Ferrari SF-23 sufrió en concreto rachas especialmente intensas, con sentido transversal a la pista, que azotaron la pista de Silverstone, especialmente en el tramo que incluía el tríptico de curvas rápidas Maggott’s, Beckett’s y Chapel, y la recta siguiente (Hangar Straight). En la práctica, el monoplaza sufrió en términos de estabilidad en las curvas, pero también en la recta, lo que dificultó mantener la trayectoria ideal. La sensibilidad a los vientos laterales no es nada nuevo en la F1, pero sin duda, con el efecto de vuelta al suelo desde el año pasado, ha adquirido un alcance más importante que antes, precisamente en relación con este concepto aerodinámico.