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Un soldado estadounidense fue puesto bajo custodia de Corea del Norte después de cruzar la frontera intercoreana el martes, en un extraño incidente que se produce en medio de un aumento de las tensiones entre Pyongyang y Washington.
El soldado había estado en una visita guiada al Área de Seguridad Conjunta en el corazón de la zona desmilitarizada, o DMZ, que ha separado a las dos Coreas desde la década de 1950.
El Comando de las Naciones Unidas (UNC), la fuerza residente multinacional en Corea del Sur, anunció el martes por la tarde que un ciudadano estadounidense cruzó la línea de demarcación hacia Corea del Norte.
El coronel Isaac Taylor, portavoz de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en Corea, dijo más tarde que el hombre era un miembro del servicio de EE. UU. que había cruzado «intencionalmente y sin autorización» a Corea del Norte. Taylor dijo que se creía que el miembro del servicio estaba bajo custodia y que el ejército estadounidense estaba trabajando con sus homólogos norcoreanos para resolver el incidente.
Como parte de un acuerdo entre el UNC y Corea del Norte firmado en 2018, se retiraron las minas terrestres, los puestos de guardia y las armas de fuego del Área de Seguridad Conjunta, que a menudo se utiliza como sede de negociaciones entre las Coreas, así como entre el Norte y los EE. UU. .
Si bien no hay barreras físicas que impidan que los visitantes del área crucen el territorio de Corea del Norte, se supone que los grupos de turistas que visitan el área desde el Sur deben ser supervisados de cerca por las tropas de la UNC.
Se cree que el miembro del servicio, cuya identidad no ha sido revelada, es el único estadounidense bajo custodia de Corea del Norte. El último ciudadano estadounidense que se sabe que fue detenido fue en 2018, cuando un hombre estuvo detenido durante un mes después de ingresar ilegalmente desde China.
El estudiante estadounidense Otto Warmbier fue arrestado en Pyongyang en 2016 y acusado de intentar robar un cartel de propaganda. Estuvo retenido durante 17 meses antes de ser liberado y devuelto a Estados Unidos en coma. Murió una semana después.
Las deserciones de miembros del servicio estadounidense a Corea del Norte son muy raras. Uno, el entonces sargento del ejército Charles Jenkins, dejó su puesto en 1965 y huyó a través de la DMZ. Más tarde dijo que se arrepintió de su decisión casi de inmediato, pasó al menos siete años como prisionero y fue utilizado con frecuencia como trofeo en la propaganda de Corea del Norte.
La declaración de la UNC se publicó pocas horas después de que Kurt Campbell, el principal funcionario de la Casa Blanca para asuntos asiáticos, anunciara que el USS Kentucky, un submarino de misiles balísticos con capacidad nuclear, había llegado al puerto surcoreano de Busan el martes.
Campbell hizo el anuncio en Seúl después de copresidir la reunión inaugural de un nuevo grupo consultivo nuclear bilateral diseñado para brindar a Seúl más información y aportes sobre la planificación de guerra de Estados Unidos. Es la primera vez que un submarino estadounidense con armas nucleares realiza una visita abierta a Corea del Sur desde la década de 1980.
Los despliegues militares están diseñados para asegurar al público surcoreano que Washington defenderá a su aliado de cualquier posible ataque de Corea del Norte.
Pero han provocado una respuesta furiosa del régimen de Corea del Norte. El lunes, Kim Yo Jong, un alto funcionario del régimen y hermana del líder Kim Jong Un, acusó a Washington de cometer “actos estúpidos que nos provocan incluso a riesgo de su propia seguridad”.
Go Myong-hyun, investigador principal del Instituto Asan de Estudios Políticos en Seúl, dijo que Pyongyang podría aprovechar el paso del soldado estadounidense a su territorio como “una oportunidad para abrir una línea directa de comunicación con la Casa Blanca”.
“Hemos visto señales en los últimos meses de que el régimen de Kim podría estar listo para entablar un diálogo”, dijo Go. “La forma en que responda a este incidente revelará sus verdaderas intenciones”.