Era bueno en esquí, hockey, tenis de mesa, fútbol. Los padres eligieron el tenis: la promesa como junior, se vio frenada por las lesiones. Se casó hace un año: “Es un regalo de aniversario para mi marido” y ha decidido imprimir en su piel el triunfo de Londres
A Marketa Vondrousova le gusta sorprender. Lo hace sobre el césped, con ese derechazo zurdo que todo lo puede: hay momentos en los que el rival solo tiene que levantar la mano. Pregúntale a Stearns, Kudermetova, Vekic, Bouzkova, Pegula, Kalinina. Al pobre Jabeur, en la tercera final de Grand Slam perdida en su carrera, todas en el último año. Le gusta sorprender a sus rivales, se decía, pero también a los de adentro: nadie hubiera esperado una victoria en Wimbledon e incluso antes de la final se pensaba que por fin había llegado el momento de Jabeur. Cálculos erróneos.