La presentadora de la BBC, que lleva toda una semana en el ojo del huracán, por fin tiene cara. Se trata del lector de noticias Huw Edwards (61). Su esposa lo hizo saber en un comunicado. Hasta el momento, cuatro jóvenes han presentado acusaciones contra el hombre. Habría ofrecido dinero por fotos sexualmente explícitas. Pero la policía de Londres informa que no se han cometido delitos penales.
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