Hiltz en 2021 se declaró no binaria y además gracias a iniciativas de inclusión ahora es un símbolo de la comunidad LGBTQ
Será la primera atleta abiertamente transgénero en representar a Estados Unidos en una Copa del Mundo. Nikki Hiltz gana los 1500m de los Eugene Trials con un gran sprint (4’03″10), conquista el título nacional al aire libre tras el de interior este invierno y, juntas, el pase al mundial de Budapest (19 -27 de agosto) . Para la californiana de 28 años no será la primera participación en el evento: en Doha 2019 llegó a la final, donde, sin embargo, no pasó del puesto 12. Pero entonces su verdad todavía estaba oculta.
Un símbolo
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Se habría hecho público con una publicación que apareció en su perfil de Instagram el 31 de marzo dos años después (en 2021), en el día internacional de la visibilidad transgénero. “No me identifico con el género que me fue asignado al nacer -escribió Nikki-: el término que uso para describirlo correctamente es no binario. Y el mejor adjetivo que se puede usar para explicarlo es fluido”. Y agregó: “Contar todo esto es tan emocionante como difícil, pero siempre estaré convencida de que la vulnerabilidad y la perceptibilidad son fundamentales para estimular la idea de inclusión y cambio social real. Así que aquí estoy: lista para salir”. de mi caparazón para finalmente ser yo mismo”. Desde entonces, Nikki se ha convertido en un símbolo de toda la comunidad LGBTQ y de los atletas profesionales y corredores en particular. Gracias también a una carrera, llamada “Pride 5k” concebida y organizada junto con su pareja, durante los días de confinamiento en marzo de 2020. Al principio a distancia, con un concurso a distancia, que reunió a unos 4000 participantes, cuatro de los cuales, a través de un podcast dirigido por la propia Hiltz, aprovechó la oportunidad para salir como queer. Luego, tradicionalmente en presencia, en Flagstaff, Arizona. La carrera, ahora en su tercer año, también sirve para recaudar fondos para The Trevor Project, una organización sin fines de lucro que brinda asesoramiento las 24 horas, los 7 días de la semana a jóvenes LGBTQ.
Atletismo
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Nikki, siempre una valiosa corredora de media distancia, terminó la escuela secundaria en su Aptos, un pueblo no muy lejos de San José y, por lo tanto, de San Francisco, ganó una beca en la Universidad de Oregón, pronto se mudaría a Arkansas. Con la que, en 2017 y 2018, habría conquistado el título de la NCAA en los 1500 m.Haciéndose profesional, en 2019, tras ganar la convocatoria de Doha, parecía lanzada hacia metas de prestigio. Pero sólo en esta temporada ha conseguido resultados importantes, llevando la marca personal de los 800m a 1’59″03 y la de los 1500m, en los Bislett Games de Oslo, a 4’01″42. Siempre compitiendo en trial femenino. “A veces -explicaba Nikki en otro post- me siento fuera de lugar. Incluso si los compañeros siempre tienen actitudes amistosas, puede ser vergonzoso ser el único que, refiriéndose a sí misma, utiliza el pronombre personal de tercera plural”. Cabe aclarar que World Athletics, en Hiltz, no niega la posibilidad de competir entre mujeres en distancias entre 400 y la milla, como le sucede en cambio a Caster Semenya y otras 12 con su condición, porque no está presente en la lista de aquellos a quienes se le considera atleta dsd, es decir, con “trastornos del desarrollo sexual”. En marzo de 2025 se actualizará esta lista. “La solución -sugiere-, como es el caso de los maratones de Londres, Boston y Chicago, podría ser la creación de una tercera categoría”.
Bandera
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Mientras tanto, Eugenio. Donde adelantó por 34/100 a la campeona del mundo de 800m, la ansiada Athing Mu, poco acostumbrada a la distancia, capaz de mejorar en más de 7” de una sola vez. “En un momento -dice- vi una bandera arcoíris en la tribuna. Apuesto a que estaba ahí para mí. Después de la carrera me encontré con los que la ondeaban y les di mi dorsal. Ellos son la razón por la que gané. O al menos una de las razones”. La batalla continúa.
10 de julio – 09:27
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