Blankenberge tiene un punto de atracción impresionante. No un cantante flamenco en el dique, sino ‘The One’, una torre de lujo de 40 metros que asoma a la puerta de la ciudad. El sorprendente proyecto de la familia Van Tornhaut muestra cómo una pequeña semilla puede germinar en un hermoso árbol en el suelo adecuado. “Hay gente que no lo compra porque es Blankenberge, pero en Knokke pagas el doble por esto”.
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