Es el 10 de abril de 1997, el Barcelona-Fiorentina de semifinales de la Recopa de Europa, se presenta como el duelo entre los delanteros más fuertes del momento. Esperas a Ronaldo, pero entonces el Rey León rugió. Y todo callado
El júbilo nos es conocido: Bati acaba de marcar, abre los brazos, abre los ojos asombrado por haber marcado un gol tan bonito en un estadio tan prestigioso y se lleva el dedo índice de la mano derecha a la nariz, rodando sobre sí mismo. en el ‘esperando ser sumergido por el abrazo de sus compañeros y señalando con el brazo izquierdo extendido hacia la grada, silenciando así el Camp Nou en el gesto que -para la afición de la Fiorentina- se ha convertido en un icono de época, como el de Armstrong bajando su primer pie en la luna o los Beatles cruzando el paso de peatones en fila india, en Abbey Road.