El abogado de una enfermera británica acusada de matar a siete bebés en 2015 y 2016 denunció este lunes que su cliente es víctima de una ‘presunción de culpabilidad’. “No importa lo que ella diga, cualquier cosa se usará para demostrar que es culpable”, dijo. Según el abogado, los médicos del departamento de neonatología del hospital utilizan a la enfermera como chivo expiatorio.
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