De life coach, pasando por mental coach, a brain health coach: el número de personas que se autodenominan ‘coach’ como profesión se ha más que duplicado en nuestro país en dos años. Por tanto, no es difícil: cuelga un cartel en tu puerta, y listo. Aún así, debe tener cuidado con el tratamiento para el que acude a un entrenador de vida. Eso es lo que descubrió nuestro reportero. “Hay situaciones en las que un especialista en TI trata a personas con un trastorno alimentario. Eso es peligroso y está prohibido”.
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