La subida de tipos era ampliamente esperada por los economistas. El banco central ha estado tratando de reducir la inflación desde el año pasado elevando las tasas de interés, lo que encarece los préstamos y ralentiza la economía. La tasa de depósito, el interés que reciben los bancos cuando depositan su dinero en el BCE, sube ahora al 3,5 por ciento, el nivel más alto desde 2001. La tasa de refinanciación, que pagan los bancos para pedir dinero prestado al BCE, sube al 4 por ciento.
Con su política de tasas de interés, el BCE tiene como objetivo llevar la inflación en la eurozona al nivel objetivo del 2 por ciento en la primera mitad de 2025. Lagarde dijo a principios de este mes que aún no hay señales de que la alta inflación, como el aumento de los precios de los alimentos, haya alcanzado su punto máximo. Por lo tanto, es probable que haya más subidas de tipos por parte del banco central de Fráncfort.
Los consumidores sentirán el impacto de las subidas de tipos de interés por parte del BCE. Así es como suben las tasas hipotecarias. Por otro lado, los bancos también pueden aumentar sus tasas de ahorro nuevamente debido a las tasas de interés más altas.