Ya una de cada seis personas en la Unión Europea antes de la pandemia sufría problemas de salud mental. Ahora la situación “se ha agravado con las crisis sin precedentes vividas en los últimos años”. Y Bruselas en su nueva estrategia dedicada a la salud mental intenta destacar el coste de la inacción equivalente a 600.000 millones de euros cada año, una cifra que supone más del 4% del PIB global. En 2020, diez muertes por cada 100.000 habitantes de la UE fueron causadas por suicidio. Entre jovenes ahora la segunda causa principal de muerte.
Veinte iniciativas emblemáticas
Prevención, tratamientos y terapias a precios asequibles, mejor conciliación de la vida laboral y privada, protección de la niñez y la adolescencia y atención a los más vulnerables. Son los pilares de la estrategia de salud mental de 1.230 millones de euros presentada por la Comisión de la UE. La acción consta de veinte iniciativas emblemáticas y representa “un primer e importante paso para equiparar la salud mental a la salud física” en todos los sectores de la sociedad. La financiación estará disponible a partir de varios instrumentos presupuestarios de la UE, incluidos los fondos de cohesión FSE+ y FEDER y Horizonte Europa.
Von der Leyen: lancemos el primer enfoque europeo
“En la conferencia Future of Europe, la gente nos dijo lo preocupada que estaba por la salud mental. Y tienen razón porque la salud mental es simplemente salud”, escribe la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Nosotros escuchamos. Y hoy actuamos con el primer enfoque europeo de la salud mental, desde la prevención, el tratamiento y la recuperación.
La epidemia silenciosa, “cifras dramáticas”
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, habla en términos de una “epidemia silenciosa”. Y la situación no deja lugar para el optimismo porque la evidencia muestra un panorama alarmante. “Hemos experimentado muchos factores estresantes transformadores en los últimos tres años: la guerra en Ucrania, la crisis energética, el costo de vida, cambios radicales en el mercado laboral. Todos estos son ejemplos de factores estresantes transformacionales que causan ansiedad, miedo, angustia y, por supuesto, impactan directamente en la salud mental. Las figuras hablan por sí solas y son dramáticas».
No al estigma y derecho de acceso a la atención
En primer lugar, se reconoce la necesidad de desestigmatizar la salud mental en la presentación de Schinas. “Y la segunda premisa es que cualquier persona en Europa que necesite ayuda o tratamiento para hacer frente a problemas de salud mental debería tener el derecho universal a saber a dónde ir. Estos derechos de acceso a la atención son fundamentales.