Algunos gatos han sido esterilizados exitosamente con una inyección en lugar de una operación costosa e intensiva. Los investigadores estadounidenses llaman al jab «prometedor», especialmente para los gatos callejeros.
La inyección inyecta una hormona que causa infertilidad. Los investigadores inyectaron seis gatos con la vacuna de esterilización. Tres gatos recibieron una dosis alta de la hormona, los demás recibieron una dosis baja.
Dos años más tarde, las gatas con la dosis baja tuvieron gatitos, pero las otras tres no. Cuatro gatos ya no mostraban comportamiento sexual, los otros dos sí. No está claro para los científicos por qué.
Aunque la inyección de hormonas todavía se produce poco, los científicos tienen esperanzas. Según ellos, es una alternativa económica, eficiente y respetuosa con los animales.
La inyección podría funcionar particularmente bien para limitar la gran cantidad de gatos callejeros, dicen los investigadores. Hay alrededor de 600.000 gatos en todo el mundo, de los cuales el 80 por ciento vagan sin dueño.
Esto conduce a la desnutrición, la disminución de especies de aves y refugios superpoblados. La falta de espacio en los refugios de animales a veces es tan grande que los gatos sanos deben ser sacrificados. La inyección de hormonas ofrece una buena opción para el control de la natalidad en gatos callejeros. Pero antes de que la vacuna pueda usarse, primero debe poder producirse a gran escala.