Lautaro se casó: en el lago de Como mucho Inter y media selección pero no… Messi

En la lista de invitados también estaba Leo, que estuvo en Barcelona en un concierto de Coldplay el domingo por la noche y no se presentó. No podían faltar los compañeros, también se dejó ver al ex Hakimi. Boda de cuento con la bella Agustina Gandolfo

De nuestro corresponsal Andrea Ramazzotti

Una boda de cuento de hadas. Con muchos compañeros del Inter y el campeón mundial Argentina. Lautaro Martinez y Agustina Gandolfo dijeron su más hermoso sí en la fantástica ubicación de Villa D’Este, justo en el lago de Como. Ya se habían trasladado a la Municipalidad de Milán, en la clandestinidad y con pocos invitados el 12 de mayo, mientras que por la tarde se producía la verdadera fiesta. Fue una boda de cuento, cuidada hasta el último detalle y con un servicio de seguridad atento a hacer aún más inaccesible la histórica villa de Cernobbio.

Messi no, Enzo sí

En la lista de invitados también estaba Leo Messi, que estuvo en Barcelona en un concierto de Coldplay el domingo por la noche. Al final, la Pulce no llegó y la veintena de hinchas, muchos con la camiseta de Argentina, que lo esperaban afuera de las rejas quedaron decepcionados. Por otro lado, no faltaron otros compatriotas campeones del mundo: desde Enzo Fernández, goleador del Chelsea en enero y mejor jugador joven de Qatar, hasta Dibu Martínez, mejor portero del Mundial, pasando por el defensa Nicolás Tagliafico, el centrocampista Alexis Mac. Allister, dispuesto a dejar el Brighton de De Zerbi para marcharse al Liverpool, y el portero del Ajax, Geronimo Rulli. También estaban el viola Nico González y el jugador del Atalanta Juan Musso, el único que aparcó fuera de la estructura y llegó a pie como cualquier enviado… cualquiera.

Mucho Inter más Hakimi

Naturalmente, no podían faltar sus compañeros: Roberto Gagliardini se presentó dos horas antes, luego fue el turno de Tucu Correa, Edin Dzeko, Stefan De Vrij, Danilo D’Ambrosio, Samir Handanovic y Romelu Lukaku, así como el vicepresidente Javier. Zanetti. Todos muy elegantes y acompañados de sus respectivos acompañantes. Desde París, donde estuvo incluido en el equipo del año de la Ligue 1, llegó en su lugar Achraf Hakimi, el marroquí que dejó el Milán para irse al PSG, pero que tiene muchos amigos en el vestuario nerazzurro, sobre todo Toro.

Lanchas y minibuses

Con tal multitud de invitados, nada se dejó al azar. Los nerazzurri llegaron en sus propios autos, mientras que los jugadores del exterior llegaron a Villa d’Este en minivans y Mercedes con vidrios polarizados o incluso en botes taxi que atracaron en el muelle de la villa. Las previsiones meteorológicas, que no eran muy halagüeñas en los últimos días, han echado una mano: en caso de lluvia, Lautaro también había tenido que optar por el Mandarin Oriental, que se encuentra justo enfrente de Villa d’Este, al otro lado del lago, en Blevio, pero no hubo necesidad de cambiar de lugar porque el sol era el escenario de una ceremonia de cuento en el jardín de la villa. Los novios llegaron caminando sobre una alfombra de pétalos de rosas blancas y dijeron que sí. Agustina, esperando a su segundo hijo (Theo), lució un vestido de novia blanco con una llamativa tajada; Lauty un traje azul oscuro con chaleco y camisa blanca. La hija de la pareja, Nina, está fabulosa con un vestidito blanco de película. El beso tras el sí y el lanzamiento del ramo de rosas blancas es inevitable.

Menú sofisticado

Un aperitivo con música y un deejay en el jardín con vista al lago, frente a la villa, luego una cena en uno de los salones internos con luces rosas suaves, candelabros y arreglos de flores blancas y rosas en las mesas largas. Unos 120 invitados que llegaron puntuales. El menú es muy refinado con pappa al pomodoro, serviola marinada, bottarga, burrata y taralli crumble como entrada, tortellini de carrillera de ternera, colmenillas y avellanas redondas como primeros platos, cordero cocinado de dos maneras, papas lionesas y zanahorias en marsala, tarta tatin con helado de postre. Todo regado con Chardonnay Grosjean y Langhe Nebbiolo Francesco Rinaldi. Luego el inevitable corte de la tarta (con los novios que se cambiaron de ropa), los fuegos artificiales y el volumen de la música que empezó a subir en la discoteca habilitada para la fiesta hasta bien entrada la noche. Inzaghi, con la clasificación para la próxima Champions ya segura y la final de Estambul aún lejana, ha fijado la reanudación para el miércoles y no tendrá nada que decir.



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