El tabú de Putin: el nuevo miedo a la bomba

El miedo a la “bomba” está de vuelta. Después de todo, Estados Unidos y Europa están apoyando activamente a un país en guerra con una potencia nuclear. Se trata de cómo se podrían usar las armas nucleares en una guerra en curso, en suelo europeo.

Occidente se está armando. El “Escuadrón 33 de la Fuerza Aérea Táctica” de la Bundeswehr en Eifel, que se supone que lanzará bombas nucleares estadounidenses sobre las tropas rusas en caso de emergencia, ya no es una reliquia de un pasado oscuro. Tres docenas de “F-35”, los aviones de combate estadounidenses más modernos, están estacionados allí. La compra relámpago en EE. UU. fue la primera gran decisión del “cambio de época”.

Las tropas alemanas de la OTAN en los Estados bálticos se están fortaleciendo enormemente para nuevas tareas. Ya no deberían servir como un “cable trampa”. Tienen que detener los avances rusos en combate, y ya lo están practicando en maniobras a gran escala. Nadie puede estar seguro de que seguirá siendo una guerra convencional.

“El mundo se ha vuelto más complicado. Hoy hay más peligros que entonces, cada uno es más complejo. Además, la situación global (debido a China, nota del editor) es mucho menos predecible”, dice el general estadounidense (retirado) David Petraeus.

“No necesito un hombre ‘Top Gun’, necesito pilotos sólidos, oficiales que estén a la altura de la tarea. Vivimos en la disuasión nuclear. Sabemos lo que podemos hacer. Sabemos que tenemos capacidades, en última instancia”, dice Coronel Thomas Schneider, Comodoro “Escuadrón 33 de la Fuerza Aérea Táctica” en Büchel.

En el documental de tres partes “Die Bombe” (ZDF, 2009), Angela Andersen y Claus Kleber informaron sobre el papel de las armas nucleares en el siglo XXI. A pesar de los tratados de desarme, la doctrina MAD siguió aplicándose: disuasión a través de la “destrucción mutua asegurada” – aniquilación de ambos lados – y, al final, de la humanidad.

Pakistán, India, Israel e Irán están utilizando estrategias similares. En el Pacífico occidental, están surgiendo esfuerzos en Australia, Taiwán, Corea del Sur e incluso Japón para crear sus propios escudos nucleares por temor a China. Las armas nucleares están jugando una vez más un papel en el ajedrez global de las naciones. Se debe realizar una actualización.

El destino de Ucrania da un nuevo impulso a los defensores de la disuasión nuclear. Un retorno a las viejas estructuras no es suficiente cuando compiten tres grandes potencias en lugar de dos. Estados Unidos es desafiado por China. En Ucrania, Beijing debería reconocer que Occidente está cumpliendo sus promesas, a toda costa. Y ser disuadido de anexar Taiwán.

La dimensión nuclear de este conflicto se está recargando. Europa y Alemania deben definir su papel en la agitación. Y luego complétalos.

El documental “Putin’s Taboo Break” acerca a los espectadores a las conexiones. Para ello, Angela Andersen y Claus Kleber viajan por todo el mundo, visitan las principales maniobras y bases, hablan con estrategas militares, expertos de alto rango y personas de los centros de decisión política.

¿Está buscando una respuesta a la pregunta: estamos ante una nueva Guerra Fría?



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