Lashawn Thompson, un recluso en la cárcel del condado de Fulton en Georgia, fue encontrado muerto en su celda el 22 de septiembre. Según los abogados que representan a la familia, el personal penitenciario lo descuidó en extremo. «Fue comido vivo por insectos», dijeron los abogados.
Thompson había sido diagnosticado con esquizofrenia y tenía una infestación de piojos y chinches cuando murió. Los registros públicos indican que no se hizo nada para ayudar a su condición de deterioro.
El informe del patólogo forense Dr. Roger Mitchell confirma que Thompson murió por deshidratación, desnutrición, esquizofrenia no tratada y una infestación de insectos en su cuerpo. El médico describió la muerte como homicidio.
“Estos hallazgos de la autopsia confirman que Lashawn murió por la negligencia extrema de la cárcel del condado de Fulton y su personal. Estaba deshidratado, desnutrido y su cuerpo estaba completamente cubierto de insectos. Es una de las cosas más desgarradoras que hemos visto”.
La familia ha decidido emprender acciones legales contra la prisión después de que los resultados de la autopsia confirmaran sus sospechas previas de negligencia.
Necesidad
El alguacil del condado de Fulton, Pat Labat, declaró en ese momento que no es ningún secreto que las condiciones ruinosas de las instalaciones actuales dificultan la provisión de un entorno seguro y saludable para los reclusos y el personal.
«Sin hacer declaraciones explícitas sobre la salud del Sr. Thompson, es justo decir que este es uno de los muchos casos que ilustran la necesidad de una atención de salud mental integral y mejor».
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