Una excepción a la excepción es la historia de Sofie De Pessemier (49) de Harelbeke. Apenas tenía 45 años cuando le diagnosticaron demencia de inicio joven. Apenas cuatro años después, su marido Hans y sus tres hijos tienen que despedirse de ella. La demencia significa muchos pequeños fragmentos de decir adiós, por el verdadero adiós, que a menudo escuchas. “Y eso es correcto. Cada vez que ella podía hacer algo menos, o algo más ya no era posible, era muy conflictivo”, testifica su esposo. Cuán excepcional es la condición de Sofie, explica el neurólogo jefe Frederik Vanhee de AZ Groeninge en Kortrijk.
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