Wichert van Dijk (67) ha tenido un estoma durante casi cincuenta años. Ha aprendido a vivir con ello. De hecho, el saco de su estómago le dio vida. Pero todavía se encuentra con los prejuicios. Hoy, en el día en que se conmemora anualmente su diagnóstico, Van Dijk cuenta su historia. Una conversación sobre su juventud y su visión sobre el sexo, el amor y la muerte. “Estaba celoso de los amigos que podían descubrir libremente su sexualidad”.