Las inversiones en energía renovable son compensadas por el gobierno a través de certificados verdes. Los proveedores de energía tienen que comprar una cierta cuota de certificados verdes cada año, dependiendo de la cantidad de electricidad que ellos mismos suministren. La cantidad que pagan por esto se transfiere al consumidor.
Demir ahora vuelve a reducir la cuota que los proveedores están obligados a comprar. Esto es posible porque muchas instalaciones de energía renovable ahora son rentables sin apoyo. Además, se elige cada vez más el apoyo a la inversión en lugar del apoyo a través de certificados.
El ahorro ascenderá a 124 millones de euros el próximo año y totalizará 740 millones de euros en 2030. El año pasado, una reducción de cuota similar ya ahorró 1.200 millones de euros.