La masacre de civiles en Butha y en otras partes de Ucrania desde la invasión rusa no está lejos de ser un genocidio, dice el primer ministro británico, Boris Johnson. Según los observadores, la estimación es notable, ya que el gobierno británico generalmente evita usar el término genocidio. London cree que corresponde al juez decidir sobre tal calificación.
Johnson señala el descubrimiento de numerosos civiles muertos en Butya tras la retirada rusa y otras consecuencias de la guerra ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin. “Si miras lo que está pasando en Butya, y si ves las revelaciones sobre lo que hizo Putin en Ucrania, me parece nada menos que un genocidio”, dijo el líder conservador a la televisión británica. Johnson anunció más sanciones contra el régimen de Moscú, como lo han hecho otros países.