Flandes endurece el plan climático 2030: desaparece la prima por una caldera de condensación de gas

El viernes, el gobierno flamenco acordó una serie de medidas adicionales para lograr su objetivo climático para 2030: una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 por ciento para 2030 en comparación con 2005.

El primer ministro flamenco, Jan Jambon (N-VA): “Me complace que hayamos tenido éxito en la entrega de un paquete coherente de medidas que conducirá a una reducción del 40 por ciento en los gases de efecto invernadero para 2030. Era importante para nosotros hacer un realista plan en el que la ambición también está respaldada por una política concreta. Los objetivos numéricos deben basarse en medidas concretas y factibles, y ese es el caso aquí”.

En el pasado, Flandes ha recibido críticas del movimiento climático porque Europa en realidad apunta a una reducción del 47 por ciento en las emisiones. Al comienzo del reinado, Flanders obtuvo menos del 32 por ciento.

Molinos de viento

Una medida llamativa es la supresión de la prima para las calderas de condensación a gas. Hoy en día, esta prima todavía puede ascender a 1.800 euros, para aquellos que tienen un combustible de calefacción reemplazado hasta 2.500 euros. La abolición tendrá lugar este año, dice el ministro del clima, Zuhal Demir (N-VA). El dinero liberado (30 millones de euros) se destinará al apoyo a las renovaciones.

Demir escribe en un comunicado de prensa: “Nos despedimos de las subvenciones a los combustibles fósiles contaminantes, reforzamos nuestra política de renovación y apostamos por más energías renovables sin volver a caer en nuevas sobresubvenciones”.

En el ámbito de las energías renovables, el objetivo se incrementará hasta los 32.056 gigavatios hora para 2030. Se trata de un aumento del 12 por ciento respecto al objetivo marcado al inicio de la legislatura. Por ejemplo, el gobierno está haciendo posible la construcción de aerogeneradores en más lugares, incluso en ‘terrenos residuales’ a lo largo de las salidas de las autopistas.

Green no está impresionado. El partido de la oposición señala que Europa en realidad está subiendo el listón. “Una parada concreta para armarnos contra la sequía y las fuertes lluvias o, finalmente, una fuerte inversión en transporte público: este gobierno nuevamente carece de visión y ambición para tales cosas. Sin embargo, ahí es donde radican las principales ganancias climáticas”, dice el líder del partido, Mieke Schauvliege.

‘Casi negación de la ciencia del clima’

La organización ecologista Greenpeace Bélgica también está respondiendo con fuerza a la actualización del Plan Flamenco de Energía y Clima. “Por decirlo suavemente, esta es una región fuerte, contaminante, que traslada su responsabilidad a otras regiones, países y, sobre todo, a las generaciones futuras. Hablando más sin rodeos, casi se puede llamar la negación de la ciencia del clima”, dice el portavoz Joeri Thijs.

“De esta manera, el gobierno flamenco está diciendo firmemente que no a lo que prescriben los científicos del clima y lo que Europa también espera de nuestro país”, dice Thijs. “Lo que necesitamos es un cambio real en la política. No vamos a llegar ahí presionando un poco más aquí y allá”. Por lo tanto, el portavoz de Greenpeace describe el eslogan de que el cambio climático debe seguir siendo “factible y asequible” como una “cortina de humo para mantener a la industria pesada alejada del viento”.



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