¿Quién no anhela las playas de verano de un blanco nacarado? Nuestra franja costera es cada vez más limpia, augura la Fundación del Mar del Norte, gracias al depósito de las latas y los obligatorios tapones de botellas. “Solo esas colillas en la arena, eso sigue siendo un problema persistente”, dice el director Wytske Postma.