Comenzó para la policía en la capital de la provincia holandesa de Lelystad el miércoles por la tarde con un simple informe de molestia debido a un conflicto doméstico, terminó con un bebé sin padre y madre en la estación de policía. Ambos padres en disputa resultaron que ya no querían cuidarlo. Ahora vive con una abuela en Ámsterdam.
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